El dolor de cuello y espalda puede ser causado por un disco abultado en el cuello o la espalda o un disco herniado. El dolor de cuello y espalda generalmente comienza como dolor de cabeza y empeora con el tiempo. A veces, el dolor es leve y se trata fácilmente, mientras que otras veces el dolor se vuelve tan intenso que se le hace impotente. Los discos sobresalen del tejido blando que conforman la capa externa de la columna vertebral y cuando estos discos se desalinean o se comprimen, pueden causar dolor severo.
La hernia se refiere a una lesión en el tejido blando. Cuando una estructura está dañada en un solo lugar, esta área de tejido tiende a abultarse de las otras áreas del cuerpo. Los discos cervicales se componen de un anillo de tejido fibroso que encaja en un marco que protege la médula espinal. Cuando sucede una hernia, el anillo de tejido fibroso puede abultarse hacia afuera, creando presión sobre los nervios en el cuello y la espalda y, en última instancia, el cerebro.
El tipo más común de hernia se manifiesta como un disco abultado. En los discos abultados, la capa externa fibrosa del disco tiende a comprimir los nervios sensibles cerca de la columna vertebral y causar dolores de cabeza, entumecimiento y sensaciones de hormigueo. Una hernia también se puede clasificar por cómo se desarrolla. Si la protuberancia se produce repentinamente y violentamente, hay una emergencia médica, por lo que debe solicitar ayuda de inmediato. Sin embargo, los discos cervicales herniados a veces pueden crecer con el tiempo sin que usted sea consciente de ellos.
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Sintomatología
La mayoría de las personas que sufren de un disco herniado experimentarán incomodidad leve a moderada. El dolor de los discos herniados a menudo comienza en el cuello y puede extenderse a los hombros o incluso en los brazos, las piernas o los pies. La hernia a menudo ocurre cuando utiliza sobre los músculos de la espalda, como en el caso de alguien que se sienta todo el día en una posición sentada, o usa sus brazos para hacer muchas de las tareas que realizan todos los días. A medida que los músculos de la espalda se fatigan, pueden comenzar a debilitarse y comenzar a deslizarse fuera de posición. Es por esto que el trauma a largo plazo en la parte posterior (como elevar los objetos pesados incorrectamente) es muy común en los pacientes con hernia de discos.
Las dolores de cabeza de tensión muscular debidas a discos abultados tienden a ser muy severos y, por lo general, se producen varias veces a la semana o incluso a diario si no se tratan. También puede tener dolor en la mandíbula, las cuchillas de los hombros, el cuello o la parte superior de la espalda. Si sus síntomas no disminuyen con el tiempo, debe consultar a su médico de inmediato, ya que esto puede ser las etapas iniciales de una condición más grave, como un disco herniado.
Recomendaciones a seguir:
En la mayoría de los casos, el dolor de un disco herniado se siente en la parte baja de la espalda. El dolor puede viajar a lo largo de la línea de la columna vertebral, pero tiende a ser peor en el área donde se aloje el disco abultado. La mayoría de los médicos le recetan a los analgésicos para el dolor que aparece en la espalda baja, ¡pero debe tener en cuenta que estos no son analgésicos! Los analgésicos trabajan al reducir el dolor, y no curan el problema. No debe usar analgésicos durante un período de tiempo prolongado, ya que esto puede llevar a un uso crónico y la adicción. Es mucho mejor buscar ayuda médica profesional cuando está experimentando un disco herniado.
Además del disco abultado, otra afección llamada Annulus Fibroso exterior a menudo se asocia con discos herniados. Esto se refiere al cartílago fibroso entre las vértebras exteriores (anterior) y interior (central). El anillo exterior Fibroso es similar a un cojín de tejido blando entre dos de sus vértebras espinales, y sirve para proteger las vértebras de la columna externa interior. El fibroso es propenso a la irritación y la hinchazón, que causa dolor cuando aumenta la presión sobre la médula espinal y los nervios.
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Como puede ver, hay muchos síntomas de disco herniados potenciales. Estos incluyen, pero no se limitan a, entumecimiento, hormigueo, debilidad y incomodidad general. Algunas personas sufren síntomas más severos, como el dolor, la pérdida del control intestinal o el control de la vejiga, la debilidad e incluso la parálisis en algunos casos. Aunque los discos herniados pueden ser muy dolorosos, rara vez hay necesidad de cirugía a menos que el paciente sufre un disco herniado que haya sido severamente comprometido con un trauma a largo plazo. Si hay un disco herniado, es importante abordar el problema antes de que se vuelva problemático y conduzca a otros problemas más adelante. Consulte con un profesional médico si está experimentando alguno de los síntomas mencionados anteriormente, y recuerde que su salud no es algo que debe tomarse a la ligera.
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